Emociones que se experimentan operando en bolsa
Las emociones que interfieren en la Bolsa se parecen mucho al carrusel de emociones que se experimenta en una montaña rusa; giran y giran, entras dentro de ellas y no puedes pararlas; ¿por qué? hay una relación inmensa entre el placer y el deseo ante el dinero, y la necesidad de tener ganancias rápidas en la bolsa.
Hay personas que se decantan claramente por los juegos de lotería o azar (incluso llegando a la ludopatía) y en la bolsa puede ocurrir lo mismo. Sin embargo, el placer no es el dinero en sí mismo, sino la vida y el reto que genera el juego de vivir.
Esto no le ocurre a todo el mundo, sin embargo, si has operado en Bolsa verás que hay emociones como éstas: por una parte, entusiasmo, alegría, sobre todo cuando la bolsa está subiendo y empieza la euforia. ¿Qué hacen los inversores novatos cuando sube la bolsa? Comprar. ¿Qué provoca una masiva entrada de dinero? Por la ley de la oferta y la demanda, cuanto más sube la bolsa, más entran a comprar los inversores novatos, hasta que llega el punto máximo de riesgo financiero. Esto ocurre porque al ver que estás ganando dinero al vender, estás dispuesto a poner más contratos, más dinero y por tanto asumir más riesgos, que en un estado de frialdad seguramente no harías.
El control mental y emocional es clave
Cuando la Bolsa, como es normal, corrige su movimiento y se da la vuelta, aparecen las emociones, sientes como comienzas a perder. ¿Qué ocurre si no pusiste un stop-loss que era tu seguro? Vas a sentir miedo, angustia, preocupación, ansiedad… y no quieres experimentar la pérdida.
Cuando el mercado hace la corrección a la baja, si no has puesto el stop-loss (que asegura tu dinero) vas a experimentar un sentimiento de desconcierto, de negación, ansiedad, preocupación. Pero no tomas decisión porque no quieres asumir que realmente el mercado se ha dado la vuelta y no has protegido tu posición.
A partir de ahí la curva sigue bajando y sientes verdadero pánico, angustia y un estado espantoso de estrés. En ese momento más bajo es justamente para los inversores profesionales la máxima oportunidad financiera, porque cuando el precio está bajo es cuando hay que comprar, no al revés. Luego lo normal después de una bajada, es que el precio vuelve a subir y vuelves a recuperar el entusiasmo y la alegría. ¡Es un carrusel¡, por eso las emociones que interfieren en bolsa realmente te van a llevar a tomar decisiones que con una cabeza fría y sensata y una mente analítica no tomarías. Por eso es importantísimo, no solo tener conocimientos técnicos del mercado, sino manejar y entrenarse en un buen control mental y emocional, es decir psicología aplicada a la bolsa o psicotrading.
Rosa Estañ
Experta en Educación e Inteligencia Financiera
Ceo de Psicologiaenbolsa.com