Las emociones son una reacción emocional colectiva ante un acontecimiento interno o externo. Suelen durar poco: vienen y van. En un periodo de un mes puede haber decenas de emociones. Estas emociones pueden estar generadas por buenos resultados en el trading, o pérdidas no asimiladas.
Las emociones básicas son aquellas que son adaptativas, que cuando surgen es para algo bueno, evolutivo en la persona. Estas son:
La rabia: Desde la ira, rencor e intolerancia hasta la firmeza y el coraje. Detrás de esta emoción hay una necesidad de justicia. Se manifiesta en el trading después de un vuelco de la tendencia que te hizo perder tu dinero.
El orgullo: Desde la arrogancia, la soberbia y la vanidad hasta el afán de superación y la dignidad. Marcan una necesidad de obtener satisfacción. Se manifiesta en el trading con el sentimiento de saber, la certeza, el exceso de autoconfianza. Especialmente cuando se ha tenido éxito en otro tipo de negocios o actividad, el ir “sobrado” de seguridad es frecuente.
El amor: Desde los celos patológicos, el romanticismo y la idolatría hasta la aceptación, la ternura y la confianza. Delatan una necesidad de proteger a los demás, de dar y recibir afecto y necesidad de sentimiento de pertenencia. Se manifiesta en el trading cuando son las ganancias que se pretenden vayan a resolver de otra persona. “Es que quiero que mi hija non pase apuros”.
El miedo: Va desde la fobia, el pánico y la parálisis hasta la prudencia, el desafío y la acción. Denotan una necesidad de confianza, protección y seguridad. Es muy frecuente el miedo en el trading: miedo a perder, a no tener razón, a sentirse equivocado, al que dirán; miedo a sentirse perdedor y perder la seguridad personal.
La Tristeza: Desde la depresión y la apatía hasta la esperanza y las ganas de soñar. Hay muchos grados de tristeza, en función de la importancia y valor que el trader o inversor los dé a los malos resultados en Bolsa.
La alegría: Puede ir desde la euforia hasta el entusiasmo, la plenitud y la realización. No tenemos por qué ocultar las emociones, si bien tenemos que buscar el momento apropiado y la manera oportuna para expresarlas a los demás. Es legitima la alegría cuando se gana dinero la bolsa, el problema surge cuando el optimismo está detrás de la siguiente operación, perdiendo de vista lo que te dice la tendencia.
En el Trading es importante reconocer las emociones que subyacen en la operatoria, si bien es peligroso, financieramente hablando, que estén detrás de sus impulsos o decisiones no meditadas ni planificadas. Sencillamente porque hay el peligro de cometer errores, que en este caso afectan a su bolsillo, a su economía.
Cuando un aspirante a trader se apunta a un curso de formación para operar en Bolsa, va con la emoción de poder cambiar el curso de sus finanzas en poco tiempo, de hacerse rico fácilmente con poco capital, con conocimiento esenciales. Falsa ilusión, porque está mal fundamentada, provoca falsas expectativas,y peores resultados.
No hay un camino rápido para ganar dinero. Es cierto que puede haber el factor “suerte”, esa suerte del principiante inversor que le impulsa a sentirse contento, satisfecho de sí mismo y operar con impulsos no meditados. Pronto las ganancias se esfuman y el trader novato experimenta desconcierto. ¿Qué ha podido pasar?
Consejo de sabio
Así que la primera fase para poder tener ganancias consistentes en los mercados es el darse cuenta, la toma de consciencia de las emociones que te acompañan en el Trading. Y conocer en profundidad tanto la bolsa, las tendencias, la emocionalidad del precio, como todas las variables que no controlas y que inciden en tus resultados.
Cuando hagas del aprendizaje un modo de vida todo te ira mejor.