¿Tiramos nuestro dinero por la ventana? ¿Nos ayuda esto a generar prosperidad? A veces me hago esta pregunta. Vivimos en una sociedad de #bienestar, ahora relativo, donde está bien visto gastar dinero sin tener un plan de gasto y ahorro.
Normalmente nos centramos más en buscar incrementar los ingresos en lugar de ser conscientes de cómo y en qué gastamos el que tenemos.
¿Nos paramos a pensar si el exceso de gastos es la expresión de nuestras carencias emocionales?
La sociedad nos genera una necesidad ilusoria de consumo, para conseguir una sensación de bienestar y gratificación inmediata.
De hecho, una de las entidades bancarias con las que trabajo, me ofrece de forma reiterativa un crédito personal de 12000€ con todas las facilidades del mundo.
Mi respuesta suele ser: ¿Pero no hemos aprendido de la crisis? ¿Seguimos haciendo lo mismo, endeudarnos alegremente? ¿Nos siguen poniendo el caramelo en la boca?
Por supuesto, esto lo digo a la persona que me informa haciéndole saber que no es una crítica personal hacia ella, sino hacia la estructura del banco.
La única manera de hacer frente a una necesidad emocional es tener clara conciencia de cuál es y buscar la manera de gestionarla.
Está claro que la mejor forma de resolver nuestros problemas económicos es afrontarlos y asumirlos, averiguar las razones profundas.
En mi caso, descubrí que como mi familia vivía con patrones de escasez, yo me rebelaba y hacía lo contrario, como para compensar. Hasta que empecé a equilibrar.
Como herramienta para ayudarnos en ver en qué gastamos nuestro dinero, hay apps de móvil donde registramos nuestros gastos diarios y podemos darnos cuenta de cómo se va el dinero casi sin darnos cuenta. O también podemos hacerlo en una libreta de toda la vida, que llevemos siempre a mano, para que no se nos escape ningún gasto.
A partir de ahí podemos fomentar nuestra prosperidad, llevando un orden consciente.
Coach Estratégico